Fechas atrás, por Abril, hubo un recorrido cultural por San Bartolomé (mi pueblo actual), guiado magnificamente y muy bien documentado por Margarita Cabrera de la Concejalía de Turismo.
SAN BARTOLOMÉ se encuentra situado en la parte central de la isla.
Su historia, como corroboran ciertos yacimientos arqueológicos, se remonta a la época prehispánica.
A partir del siglo XV, después de la Conquista empezaron a asentarse colonos en el lugar y a finales del siglo XVIII ya contaba con 144 vecinos y podía presumir de Parroquia y Casas señoriales.
Su ubicación privilegiada y su importancia agrícola hizo que, ya como municipio, siguiera desarrollándose y creciendo durante los siglos XIX y primera mitad del XX. Durantes los últimos veinticinco años la nueva base económica, en torno al turismo, ha configurado el panorama social, cultural y urbano de la población.
Iniciamos el paseo por las calles de San Bartolomé, con sus edificaciones de tipología lanzaroteña, adecuadas al clima e historia insular. Son casas construídas con sus estancias alrededor de un patio interior y con alzados de un solo piso o a lo sumo con un cuarto alto.
Son inmuebles de anchos muros de piedra y barro con techumbres de madera, planas o a dos o cuatro aguas. Se acompañan de todo lo necesario para la subsistencia, como las ALCOGIDAS y el aljibe para recoger el agua de lluvia; las eras, bodegas y almacenes para tratar y guardar los productos agrícolas o las gañanías para el ganado.
Tenemos frente a nosotros la Casa Cerdeña, casona señorial del siglo XVIII.
En el mismo centro del Casco Urbano está ubicado el Museo Etnográfico Tanit, creado por los propietarios actuales de la Casa, en las antiguas bodegas de la casona y que fue inaugurado el año 2000.
La Plaza de San Bartolomé, es el centro neurálgico de la localidad. En ella se encuentran: El Ayuntamiento, La Iglesia Parroquial y el Teatro Municipal.
Esta casa que se ve al fondo, tuvo el primer teléfono que hubo en San Bartolomé.
Al final y después de ver la ubicación de distintas Casas, recalamos en la Casa-Palacio del Mayor Guerra.
Su historia está ligada a la familia Guerra. La persona que da nombre a este linaje fue D. Francisco Guerra Clavijo, el Mayor Guerra. Militar que vivió a finales del siglo XVIII y principio del XIX, de gran influencia en la vida económica y política insular. Sus propietarios, ya en el siglo XX la donaron al Ayuntamiento.
La Casa está situada en un montículo desde el que se disfruta de una vista impresionante. A sus pies, campos, palmeras, y al fondo la maravilla del Oceáno, con Arrecife a la izquierda.
De San Bartolomé depende La Geria, entorno con un paisaje singular de notoria belleza, con un sistema muy particular de cultivo en forma de cono y cubierto todo el terreno de “rofe” o “picón” para guardar la humedad recibida con el relente, por la noche.
La Cueva de los Naturalistas, que discurre bajo sus lavas, es una estructura geomorfológica representativa de la geología insular, de gran valor estético.
Todo esto ha sido una pequeña muestra de nuestro paseo, acompañados e ilustrados con todo lujo de detalles, tanto históricos como de la actualidad, como anteriormente he comentado, por Margarita Cabrera, de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de San Bartolomé.
Desde aquí aprovecho para agradecerle sus interesantes comentarios y atenciones durante nuestro paseo.
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