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jueves, 20 de noviembre de 2008

BODEGAS "LA GERIA"

Entrada de la Bodega


En la zona de Lanzarote llamada La Geria, está enclavada la Bodega del mismo nombre propiedad de la Familia Melián.

En los dias de la vendimia nos dimos un paseo por la Bodega y sus alrededores.

Gracias a Ramón Melián, muy amigo de Joaquín pudimos hacer una datallada visita a la Bodega.

Continuamente llegaban vendimiadores de la zona con su aportación de uva, que iban depositando, comenzando de este modo todo el proceso necesario para que uno pueda degustar en su mesa un estupendo vino Malvasía.


Descargando la uva.


Rincón en La Geria (Foto de Antonio Azpitarte)


Después de la descarga de la uva. (Foto de Antonio Azpitarte)


Vista del campo de las vides. (Foto de Antonio Azpitarte)


Cortijo en La Geria. (Foto de Antonio Azpitarte)


Cortijo con un volcán al fondo. (Foto de Antonio Azpitarte)

Es muy curioso el sistema que se utiliza para que se puedan desarrollar bien las uvas. Se crean "conos" en la tierra cubiertos de "rofe" o "picón" para retener el relente de la noche y en el fondo del cono está instalada la cepa que al mismo tiempo y gracias a esta forma de cultivo están protegidas del viento. Estos hoyos, en realidad se llaman "gerias" que es lo que le da su nombre a la zona.


Vides en el campo.

O, como en el caso de la fotografía que lo ilustra, con rocas de lava, construyen parapetos, que también las defienden del viento.


Vides.


La uva al inicio de "su ruta" hacia el vino...


Joaquín junto a la autora del Blog (Foto de Antonio Azpitarte)


En la entrada de la Bodega.


















Antonio y Joaquín
















Joaquín


Interior de la Bodega


Cubas de acero inoxidable

miércoles, 19 de noviembre de 2008

IN MEMORIAM

Juan-Luis Gómez Garro


Te marchaste de improviso, tranquilo y sigiloso, confirmando con tu muerte lo que casi fué tu divisa en la vida: la inteligencia, la elegancia discreta y la afabilidad. Has sido el amigo fiel, que todo lo ha dado y nada ha exigido, colega de alegrías y zozobras, soporte en los momentos difíciles, presencia luminosa en los momentos felices. Alegre compañero, siempre presto a la broma, gran humorista con una fina vena irónica.

Convivimos en el Madrid de los años sesenta en la misma residencia estudiantil. Hicimos la misma carrera. Corrimos muchas veces a la par, María de Molina abajo hacia la Escuela en los Altos del Hipódromo, con el reloj pegado al culo tratando de compensar con extenuante esfuerzo físico, nuestras perezas matinales.

Me veo contigo en los calurosos junios de esos años. desbrozando codo con codo, hasta altas horas de la madrugada, los intrincados vericuetos de las mil materias técnicas, objeto de terroríficos exámenes, en los que tanto nos jugábamos. Te recuerdo sobre las cuatro de la madrugada, trajinando con la vieja cafetera “Oroley”, para preparar unos estupendos cafés (como buen granadino eras especialista), que nos permitiera prolongar la jornada de trabajo hasta el amanecer.

Después de los estudios convivimos en Madrid. Nuestras respectivas parejas, (desde la lejanía aprovecho para mandarte un fuerte abrazo queridísima Ángeles) se entendieron también a las mil maravillas, extendiendo nuestra amistad a una fraternal unión de los cuatro. (¿Recuerdas como en los años setenta hacíamos excursiones conjuntas a Valdemoro los sábados por la mañana para que inspeccionaras la Planta de Asfaltos de la que eras responsable?).

Nos visitasteis en Amberes mediados los años setenta. Hicimos excursiones conjuntas a Holanda, Alemania e Inglaterra. En esta visita si mal no recuerdo te quedaste embarazada, Ángeles. (Un beso muy fuerte para la guapísima Marian). Recientemente nos visitasteis en Lanzarote. ¡Que estupendos recuerdos nos han quedado de esos días!

Extendimos luego nuestra relación asidua a un grupo más amplio (Julio y Conchita, Fernando y Mara, Rafael y Mª Angustias …) con el que hemos compartido hasta el presente extraordinarios momentos. Hoy todos te recordamos con dolorosa nostalgia.

Gran amigo. Hemos convivido de forma asidua durante cerca de cincuenta años. Jamás, jamás, hemos tenido la más mínima disputa, desacuerdo o diferencia. Me has dado mucho y nunca sabría como compensártelo o agradecértelo.

Uno mi oración más fervorosa a la de la familia y todos los amigos. Un fuerte abrazo para todos: para ti Ángeles, y para vuestros hijos Susana, Luis, Elena, Carlos y Marian.