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sábado, 10 de noviembre de 2007

Casi sin aliento después de la mudanza.

Parece mentira, pero desde el "Reencuentro" ha pasado cerca de un mes ¡qué barbaridad!

Estuvimos sin Internet y sin teléfono unos cuantos días, mientras hacíamos el traslado desde el apartamento a la casa, y gracias a Cándido, como siempre, se completó felizmente y con rapidez. Los que no teníamos esa rapidez para escribir correos o en mi caso volcarme en el Blog, éramos nosotros, que a partir del día 18 que llegaron los muebles, por precipitación incomprensible del dueño de la empresa que nos ha hecho la mudanza, esto ha sido un auténtico "zafarrancho de combate" y esa rapidez la hemos tenido que utilizar en abrir cajas, colocar cosas, unas veces aquí, otras allí, hasta que encontraban el sitio más o menos definitivo. Todo esto adobado con la ausencia de los electricistas en momentos clave, fontaneros inútiles, que se habian propuesto que no tuvieramos ducha (de las tres disponibles) falta de presión en el agua, etc. etc. etc. Los tres etceteras son para poder descargar en este momento que hago el relato, nuestra frustación en esos días. Afortunadamente, ya está casi todo resuelto a falta solamente de algún pequeño detalle.

El contenedor de 12 metros de largo por más de dos de altura.

La autora del blog, entre paquetes.


Pablo "en el lio".

En el intermedio, recibimos la visita de Pilar Estevez, hemos podido estar con ella sólo en varias ocasiones. Estaba parando en casa de Javier y María y una de las noches estuvimos cenando allí. Una velada muy agradale. La verdad es que ha sido una estancia muy corta. María y Raquel hicieron de Cicerones y le enseñaron algunas partes de la Isla.


Las "guias" María y Raquel con Yue.

Una de las mañanas y a la hora del aperitivo, hicimos un alto en nuestro quehacer frenético y fuimos a tomar algo en La Gaviota, bar situado justo al lado del mar y que habitualmente todos frecuentamos, ya que está muy cerca de la casa de la playa de Jaier y María y de la nuestra.


Pilar, en La Gaviota.

Yue, jugando en La Gaviota.

Yue, completando su juego.

Esta mañana por fín he podido hacer un alto e irme un rato a la playa. El agua, como siempre deliciosa y yo disfrutando el rato que he estado. Me parece mentira, estar ahora mismo, once y media de la noche, en tirantes, con la terraza abierta de par en par, estando como estamos a 10 de Noviembre. Esto es una bendición del cielo.

Pilar en casa de María y Javier.

Una foto de recuerdo. Empezando por la izquierda: Javier, Julia, María, Carmen, Pilar, Raquel, Antonio, Diego, Marita y delante Olmo, Yue y Pablo.

Julia, Javier, Olmo, María, Carmen, Pilar, Raquel, Antonio, Diego, Antonio con Pablo y en el cochecto, Yue.

En la actualidad estado en el que van estando las cosas. Como veis, ya podemos disfrutar algo de la casa.
Mañana, Dios mediante, enviaré más noticias y fotos.