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viernes, 13 de abril de 2012

2ª ENTREGA DE LOS CARNAVALES EN LANZAROTE

Esta es la 2ª entrega de los Carnavales de Lanzarote. Y digo Carnavales, pues cada fín de semana del mes de Febrero y Marzo, se celebra el Carnaval en cada Municipio en esta isla. Lo que hoy presento  corresponde al desfile en San Bartolomé, Costa Teguise y Haría. Las fotos hoy son gentileza de mi marido,  Antonio Azpitarte.
A partir de las cinco de la tarde las calles del recorrido del "coso", poco a poco se van llenando de mayores, jóvenes y pequeños.
Cada cual va buscando su sitio para ubicarse. Hay varias modalidades: de pié , sentados en poyetes, o en el borde de la acera. Todo el mundo impaciente y bullendo, es espera de oir los tambores, a son rítmico, avisando que el desfile ha comenzado.

SAN BARTOLOMÉ (PLAYA HONDA)

Este fué un pequeño desfile infantil vespertino, en la zona donde nosotros vivimos.

Trio
En las caras de los niños se dibuja la ilusión, con sus disfraces de piratas, guerreros, princesas, y decenas de variedades a cual más original. Los mayores no se quedan atrás, organizados de forma libre e individual, o bien en murgas y carrozas.

Máscaras

Como común denominador la animación, alegría, música a toda potencia y estruendo de tambores que marcando el ritmo carnavalero te hacen, sin proponértelo, que tú, que has ido de mero espectador, te veas, moviendo caderas y piernas, como si te encontraras también dentro del "coso".
Como en casi todas las concentraciones hay sus pequeños momentos de angustia, al ver yendo sin rumbo a una niña pequeña, mirando en todas direcciones y a punto de echarse a llorar, al no ver cerca de ella a sus padres. Rapidamente una persona la coje en brazos y se la entrega a un guardia de la policía municipal, que está situado al lado de un coche policial. La niña está ahora tranquila aunque se la ve un tanto desconcertada. Solo han pasado unos minutos cuando aparece el padre, radiante ya, al ver a su niña en tan buenas manos.
Es impresionante ver las carrozas, camiones en realidad adaptados, llenos de música, color y fantasia acompañando a las diferentes agrupaciones y murgas.
A veces en su recorrido tienen que hacer giros, que maravilla al espectador la pericia de la persona que los conduce.

Chinijas y madres

Hoy la banda está borracha
                                                                                                                    
Guerreras en San Bartolomé
                                                                                                                                                  

Cara con estrella
                                                                 

Bella payasa
                                                                        

Dos amigas


COSTA TEGUISE

Este desfile tuvo lugar en la zona de costa, que depende  de la Villa de Teguise.
El Coso,  estuvo animado  por  público nacional y extranjero. Se celebró desde las cinco de la tarde, hasta bien entrada la noche. 

Esperando la salida


Corsaria
El pájaro de fuego
Guerreras zulús prestas al ataque
La chica del collar de flores
Grupo jaranero
La torre y su séquito
Máscara flor
Las reinas de la noche
Sonrisa de Carnaval
Penitentas
Paso de baile
Regreso de la compra
Alienigena

HARÍA

En este municipio aunque no tienen tantos recursos como los de otras localidades, tienen un alto grado de participación popular y son los preferidos por mucha gente joven.

Vista de Haría
Hicimos un alto en el camino hacia Haria, en una loma que permite ver una panorámica del pueblo.
A las cinco de la tarde, con un vientecillo suave de final de invierno lanzaroteño y un cálido sol que te envuelve, podemos disfrutar de esta vista.


Ricón de Haría al atardecer
En el camino para situarnos en buen sitio, para disfrutar el desfile, gozamos de esta vista con los últimos rayos de sol de la tarde.


Sonriendo
Con el sombrero en la mano
Preparándose para el desfile
Disfrazada de belleza
Grupo marchoso
Máscara de pelo verde
Flash Gordon y su indisciplinada tropa
Chica con refresco
Maharaha de Hariahani
Pitonisa y Piel Roja


Con esta serie de fotografias, desde aquí despedimos El Carnaval de Lanzarote 2012. Y hasta un próximo año...                                                              

lunes, 9 de abril de 2012

UN DÍA MOVIDITO...

Con nubes rizadas blancas y un airecillo fresco. Luz rosada sobre las montañas del fondo. Así he encontrado el día al despertar.
Bajo dispuesta a prepararme el desayuno. Antes, abro la puerta que da por la cocina al jardín. Allí está ya impaciente e inquieta, Boni, gata atigrada, que al venirnos  a  esta casa, nos adoptó.  Eligió su hotel 5 estrellas, y se quedó a vivir aquí en el jardín. Rapidamente, se lanza a su desayuno.
Se nos avecinaba un día un tanto...digamos que diferente...!


Despues de la calma que me rodeaba, con pájaros cantando, revoloteando en su árbol, un mar amable y azul, nadie podía prever, los acontecimientos que nos acechaban.
La cocina, con las puertas abiertas al exterior, el aroma de café, recién hecho y el olor a pan tostado, nos iban poniendo en marcha.
A las doce menos cuarto teníamos previsto salir en coche, camino de la Villa de Teguise, - antigua capital de Lanzarote.

- Antonio tiene cita con Leticia Pérez Guadalupe, su fisioterapeuta.
Cojo mis llaves, cierro las puertas y nos vamos.
Los veinte minutos de trayecto los consumimos charlando a ratos y oyendo música en la radio del coche.

Antonio se queda en la consulta y yo me dispuse a pasear tranquilamente por la Villa; a cada paso, turistas mirando lo que les rodea y haciendo fotografías. Al estar Teguise en una cota más alta, la temperatura es más fresca. Me abrigo con un chal y deambulo tranquilamente. Dispongo de una hora.
Por donde voy pasando me fijo y las pequeñas terrazas se empiezan a ocupar para el aperitivo o la comida.

Curioseo por las tiendas, compro alguna chuchería y sigo paseando.

Es la una. Aligero un poco el paso y casi enseguida estoy en el coche que está aparcado delante de la clínica. Aparece Antonio, entra en el coche y volvemos de regreso a casa. Al llegar a Playa Honda, decidimos parar y comprar el periódico. ¡Alarma! Antonio descubre con estupefacción, que tiene el pie derecho descalzo...por más que se afana, dentro del coche, no encuentra su zapato...! Mira y remira su pie, sin entender el misterio. -¿pero que hago yo así? - me pregunta. ¡¡No podemos con la risa!!


En medio del desconcierto llama a Leticia, tratando de indagar el paradero del zapato. Esta, en un primer momento, cree que es una broma de las suyas, pero al insistirle Antonio, abandona un momento el teléfono para comprobar...se asoma también a la calle y dice que allí de forma ominosa....,¡Está el zapato!



 En vista de lo cual, damos media vuelta y ¡Otra vez a Teguise...!

Al llegar delante de la clínica, nos espera una señora muy amable, suegra de Leticia, que nos está esperando para hacernos entrega del "tesoro". Se bajó Antonio del coche y le dijo: "Muchas gracias, pero no crea que esto me pasa todos los días..!

Tuvimos la sesación que las personas que veiamos, nos miraban como si lo supieran. Estábamos seguros que las Noticias locales, comentarían:" ...anciano, paseando pierde un zapato..." En fín,  ya recuperado el tan deseado zapato, otros veinte minutos de nuestro tiempo, y van sesenta, empleamos para regresar a casa.

¡Por fín llegamos y nos disponemos a entrar, ponernos el bañador y bajarnos un rato a la playa!
¡Pués no!

La llave no entra en la cerradura, el resto de las puertas están cerradas y yo, esa mañana hice una remodelación de mi llavero y decidí que ¿para qué cargarme con tantas llaves...? y solo tenía la llave de la puerta principal.

Todos los intentos que hicimos, fueron absolutamente infructuosos. No había forma de franquear la puerta.

Llamamos a Nildo, un señor italiano, que siempre que necesitamos hacer cualquier cosa en la casa, siempre viene en nuestra ayuda.



 Nos promete que vendrá. Llega a los veinte minutos.  Se pone manos a la obra, y comienza a perforar el "bombillo" por un determinado sitio, que habitualmente permite solucionar el problema. No obstante constata preocupado  que hay una llave puesta por la parte del interior (la de Antonio) y esto dificulta considerablemente la solución. No tiene más remedio que perforar por la abertura del bombillo que es justamente donde está situada la llave.

 Durante un par de horas trabaja con gran esfuerzo. Se produce un ruido horrísono - justo a la hora de la siesta - Se parten dos brocas. Conforme pasa el tiempo cunde nuestra desesperanza. Pensábamos que nos quedábamos definitivamente  sin casa.
Añorando nuestras pertenencias en el interior y viéndonos ya de por vida, viviendo en nuestro coche, miramos con nostalgia hacia nuestra casa.
 Nildo, sudaba, resoplaba (no maldecía) y más o menos a las dos horas de ímprobo trabajo, logró la perforación de la cerradura, empujó a una pequeña`pieza y la puerta se abrió!!

No pude quejarme ni acusar  a Antonio,  por el olvido de su zapato.
Por la imprevisión en mi llavero, también yo fuí culpable. ¡ESTÁBAMOS EMPATADOS!