La primera de ellas ha sido la Sinfonía nº 9 del compositor checo Antoní Dvorák, más conocida como "Del Nuevo Mundo". Es posiblemente la más conocida del autor. La compuso en 1893, coincidiendo con su estancia en EEUU, de 1892 a 1895. De ahí su nombre "Del Nuevo Mundo". Siempre me ha impresionado la fuerza de esta composición.
En esta época Dvorák se había sentido fuertemente impresionado con la música de los nativos americanos y la espiritual de los afroamericanos.
La segunda obra que tuve el placer de oir, fué la Sinfonía nº 4 de Franz Joseph Haydn. Nacido en Austria el 31 de Marzo de 1732. Esta Sinfonia, es conocida también como: "De la Infanta Maria Teresa de Austria". Es posible que esta sinfonía fuera escrita entre 1757 y 1761. Dedicada como su nombre indica a la Infanta austriaca. Y la escribió con motivo de su viaje a Viena.
Fué maestro de la Capilla de la familia Esterhazi. Una de las familias más influyentes del Imperio Austriaco.
Félix Mendelsson, fué el tercer autor que me proporcionó alegría con su música. Oyendo, la Sinfonía Italiana.
Este compositor y pianista fué un auténtico niño prodigio. Su primera aparición pública, tuvo lugar en un concierto de cámara, a la edad de nueve años.
La Sinfonía Italiana, se estrenó en 1833.
Mendelsson era un músico del romanticismo alemán. Fué compositor, pianista y director de orquesta.
Su papel en el resurgimiento de Johann Sebastian Bach, fué muy importante.
Murió muy joven, con 38 años de edad, según se dice, apenado por la muerte de su hermana, acaecida seis meses antes.
Para mí, ha sido una estupenda celebración del dia de Santa Cecilia, patrona de la Música y de los músicos.
Nota: Las fotografías y algún dato, están obtenidos de Wikipedia.
