Nubes espesas, blancas y grises, contrastando con un cielo de un azul profundo, que en muchos momentos las expulsa, abriéndose camino y dominando el cielo.
El sol se impone, templando el aire. Invitando a visitar las playas y así disfrutar del mar, mientras en otros lugares, ya se ha dicho adios a la temporada de baños.
En la marea baja, charquitos en las rocas de lava, con minúsculos camarones, en espera que la marea alta los rescate y los lleve de nuevo al mar abierto.
Visualmente, el otoño pasa un poco desapercibido.
Los árboles de hoja caduca, no pierden sus hojas de forma ostentosa, sino que lo hacen, solapándose con su nueva vestimenta del año que en breve comenzará. Nunca están desnudos.
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